Para formar un músculo o para correr un maratón se requiere de un proceso de preparación. Con el aprendizaje ocurre lo exactamente lo mismo.
Una forma eficiente para llevar a cabo este proceso es dosificar lo que vas a aprender. Pero ¿esto qué significa? Significa que debemos espaciar nuestros periodos de estudios por varios días y no pretender abarcar todo el contenido en una sola sesión de estudio. Las investigaciones han demostrado que es mucho más efectivo distribuir cinco horas de estudio en diferentes días, que estudiar la misma cantidad de horas en un solo día.
Generalmente este proceso de masificar o “tragar” toda la materia en un solo día no suele ser tan efectivo y provoca aprendizajes poco duraderos que se olvidan pronto.
Por otro lado, esta forma de estudiar no se puede aplicar en todos los niveles de educación. Conforme se avanza en los niveles educativos se hace imposible consumir todo el contenido de examen en un día, y muchos menos repasarlo.
Espaciar el aprendizaje por varios días, nos permite repasar los conceptos, entenderlos mejor y hacer que se consoliden mejor en nuestra memoria haciendo que permanezcan por mucho más tiempo.
“El aprendizaje es un proceso”
Los comentarios están cerrados